Antecedentes
La Norma Internacional de Información Financiera 9 “Instrumentos Financieros” (NIIF 9), entró en vigor en el 2018, y es obligatoria para las empresas con períodos que comiencen el 1 de enero de cada año o siguientes y sustituye a la NIC 39[1],
La NIIF 9 se publica definitivamente en julio de 2014, e incorpora el deterioro, que fue el que, principalmente, generó todas estas fases de ajuste de la norma con sus respectivas actualizaciones.
La NIIF 9 surge producto de la crisis económicas en EEUU, cuando el IASB y el FASB coincidieron en que existían ciertas debilidades en las normas, que de haberse identificado e implementado, habrían permitido prevenir la crisis, específicamente en el comportamiento de las perdidas incurridas, pues se dan cuenta que no se puede esperar que hayan indicadores para establecer que hay un deterioro y concluyen que se hace necesario anticiparse a las posibles detrimentos que puedan suceder e ir más allá y prevenir que tales perdidas se materialicen, dándole paso entonces al nuevo modelo de pérdida esperada.
[1] Norma Internacional de Contabilidad No. 39 Instrumentos financieros: Reconocimiento y valoración
Aspectos Relevantes
Los aspectos más relevantes de la NIIF 9, son:
- La clasificación de los activos financieros va a depender de lo siguiente[1]:
- Modelo de negocio de la entidad para gestionar los activos financieros, y
- Características de los flujos de efectivo contractuales del activo financiero.
- Existen tres (3) clasificaciones para los activos financieros[2]:
- Valor de mercado con efectos en resultados,
- Valor de mercado con efectos en otros resultados integrales, y
- Costo amortizado.
- Aplica a aquellos contratos de compra o venta de partidas no financieras que se liquiden por el importe neto en efectivo o en otro instrumento financiero, o mediante el intercambio de instrumentos financieros.
- El deterioro ahora se reconoce con base a las pérdidas crediticias esperadas sobre un activo financiero[3].
El objetivo es reconocer las pérdidas crediticias esperadas durante el tiempo de vida del activo, de todos los instrumentos financieros para los cuales haya incrementos significativos en el riesgo crediticio, desde el reconocimiento inicial, evaluado sobre una base consolidada o individual, considerando toda la información razonable y sustentable, incluyendo la que se refiera al futuro.
Si en la fecha de presentación el riesgo crediticio de un instrumento financiero no se ha incrementado de forma significativa, desde el reconocimiento inicial, se medirá la corrección de valor por pérdidas, para ese instrumento financiero, por un monto igual a las pérdidas crediticias esperadas en los próximos 12 meses.
[1] Antes la clasificación dependía de la intención de la gerencia
[2] Con la NIC 39 eran cuatro (4) clasificaciones
[3] Con la NIC 39 el deterioro se basaba en uno o más eventos que hayan ocurrido después del reconocimiento inicial del activo